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El Banco de España estima que el 70% de la subida de la luz se debe al coste del CO2 y del gas

El Banco de España calcula que la mitad del aumento del precio de la luz registrado en el primer semestre de 2021 se debió al incremento del coste del gas, y una quinta parte al incremento del precio de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), por lo que ambos factores serían responsables del 70% de la subida de la luz.

Según un informe publicado este martes por el organismo, el aumento del precio del gas supuso hasta el 50,3% de la subida de la luz registrada en los últimos meses, mientras que el coste de los derechos de emisión fue responsable de un 19,6% de dicho aumento.

El Banco de España identifica así a estos dos factores como los principales detonantes que causaron el aumento «pronunciado» del precio de la luz en los primeros meses de 2021. En concreto, el coste medio de la luz aumentó desde 42 euros por megavatio hora registrado en diciembre, hasta los 83,3 euros por megavatio hora del pasado mes de junio. Es decir, el precio de la luz aumentó en un 98,5% en tan solo seis meses.

Por un lado, el Banco de España apuntó que el aumento del precio del gas derivó en un incremento del precio de casación de la energía eléctrica, que es causante de la mitad de la subida de la luz. En concreto, el precio del gas natural pasó de promediar los 18,2 euros por megavatio hora en diciembre de 2020, a 28,7 euros por megavatio hora en junio.

En este sentido, el organismo recordó que, al igual que en el resto de los países de la Unión Europa (UE), el mercado mayorista español de la electricidad opera bajo un régimen en el que la demanda diaria de energía es satisfecha primero con la oferta de las tecnologías con los precios más bajos, que suelen ser la energía nuclear y las renovables.

Si esta oferta es insuficiente para atender la totalidad de la demanda, la porción insatisfecha se cubre con las siguientes tecnologías más baratas, hasta que esta es absorbida en su totalidad. En este escenario, el precio de la luz se fija con el coste que le corresponde a la oferta más cara aceptada por los comercializadores de electricidad.

«Ese precio último se relaciona, en buena medida, con los costes de producción de la tecnología más cara que ingresa en la oferta del mercado. Por tanto, en este sistema de fijación de precios todas las tecnologías se retribuyen al precio casado, lo que origina beneficios de magnitud considerable para aquellas tecnologías que generan electricidad a un menor coste», concluyeron desde el organismo.

Históricamente, la energía eléctrica suele abaratarse en los meses de primavera gracias a la mayor producción de las centrales hidráulicas y la disminución de la demanda por razones estacionales. Sin embargo, el Banco de España señaló que el «atípico encarecimiento» de la electricidad experimentado en el segundo semestre obedece a la «presión al alza» que la tecnología de ciclos combinados -gas- ejerce sobre los precios diarios de casación.

En esta coyuntura, el Banco de España aseguró que una «elevada proporción» de las ofertas realizadas por las centrales productoras de gas están condicionadas a un volumen mínimo de ingresos en el conjunto del día. Es decir, que si los productores no alcanzan la retribución mínima que ellos fijan, no aceptan la oferta, por lo que esta no es válida para la casación del precio.

En este contexto, el organismo observó que, entre diciembre de 2020 y mediados de abril de 2021, el precio máximo casado se situó por debajo del ingreso mínimo -que registró un incremento «intenso» -, lo que causó que la generación de estas centrales disminuyese «significativamente» y su participación en la generación de electricidad fuera «relativamente reducida».

Esta situación se ha mantenido hasta finales de junio, ya que el Banco de España aprecia una estabilización en el porcentaje de electricidad generada por parte de las centrales de ciclo combinado, «lo que sería indicativo de que el ingreso mínimo variable exigido habría seguido siendo, en ese período, mayor que el precio máximo de casación, como reflejo del mantenimiento de niveles elevados de costes en la producción de esta tecnología».

«El resultado fue un aumento de la participación de otras tecnologías, como la hidráulica regulable, para cubrir la parte de la demanda no satisfecha ni por las renovables ni por las centrales de ciclo combinado», prosigue el informe del Banco de España, que explicó así el impacto del gas natural
en la subida de la luz.

Derechos de emisión de CO2

Por otro lado, los precios de los derechos de emisión crecieron desde los 30,9 euros por de cada tonelada de CO2 en diciembre hasta los 52,8 euros en junio; un aumento que tiene impacto directo sobre el coste final de la luz, ya que, según el Banco de España, las empresas generadoras
de electricidad que emiten gases de efecto invernadero tienden a trasladar la totalidad de la variación de los precios de los derechos de emisión a sus precios de oferta.

Los derechos de emisión de CO2 son unos incentivos que la Unión Europea introdujo para promover la inversión en energías limpias a medio y largo plazo. En este sentido, cabe recordar que, dado que todos los oferentes reciben el precio de casación del mercado, el incremento de este precio relacionado con el aumento del coste de los derechos de emisión de CO2 genera ingresos extraordinarios para aquellas fuentes de generación menos contaminantes, como las renovables.

«Mientras estos beneficios perduren en el tiempo, los incentivos para invertir en tecnologías de generación de electricidad no emisoras de gases de efecto invernadero se mantendrán. Por consiguiente, este elemento juega en favor del objetivo de conseguir que la generación de
energía eléctrica esté, en un futuro, libre de emisiones contaminantes», explicaron desde el Banco de España, que cifra la reducción de emisiones de gases de efectos invernadero entre 2017 y 2019 en el 35%.

Sin embargo, los derechos de emisión de CO2 se han encarecido ahora después de la decisión del Consejo Europeo elevase el objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero hasta el 55% para 2030.

Por último, el Banco de España calcula que hasta un 6,9% de la subida de la luz se debe al impuesto sobre el valor de la producción de la energía eléctrica, una figura tributaria que las energéticas suelen incluir en las ofertas que presenta en el mercado mayorista. Al subir la base imponible -el precio de la energía-, aumenta también el gasto en este impuesto, lo que deriva en una subida del precio final.

8 décimas del IPC

Asimismo, el incremento del precio de la luz registrado en el primer semestre elevó la representación de la luz dentro del gasto total de los hogares en bienes y servicios hasta el 3,5%.

En paralelo, el Banco de España calcula que el encarecimiento de los precios en el mercado mayorista de la electricidad ha contribuido al repunte del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que sitúa en el 3%, hasta en ocho décimas.

Fuente: Cinco Días